
Estaba en 3º de carrera, cuando conocí el Pabellón del Baño, en Olot, Girona, de estos jóvenes arquitectos. Desde entonces he seguido su obra y su evolución. Su elegancia y sencillez a la hora de proyectar y de construir, todavía de mantienen hoy, después de los 11 años que han pasado desde este proyecto, hasta ser uno de los 5 estudios finalistas al premio Mies.

Desde que los descubrí, han sido un referente, y lo siguen siendo. Desde luego, estoy segura de que llegarán muy lejos, y que conseguirán este premio europeo y muchos más.
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1 comentario:
un pequeño gran estudio sin duda, los detalles constructivos y el extremo al que llevan los materiales en estos son impresionantes
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